“Un niño necesita ánimo así como una planta necesita agua”
RECUERDA que ante todo eres educador y que influyes en el desarrollo del deportista. Puntualidad, responsabilidad y orden.
RESPETA al contrario, a los árbitros, a los padres y jugadores de los rivales. Mantén comunicación habitualmente con los padres de tus jugadores. Dispones de un delegado que te puede ayudar,
SE el primero en conocer y respetar las normas.
TU PREPARACIÓN y conocimientos son claves en la formación del deportista.
MARCATE Objetivos adecuados y alcanzables para la edad del deportista.
DA más importancia a la acción deportiva que a los resultados.
SE PACIENTE en la explicación de los ejercicios y en la corrección de los errores.
DEBES mostrar motivación y confianza ante el trabajo a desarrollar.
VALORA por igual el trabajo y el esfuerzo de tus jugadores y trátalos por igual.